Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?
Cuando la trémula mano
tienda, próximo a expirar,
buscando una mano amiga,
¿quién la estrechará?
Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
¿quién los cerrará?
Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral)
una oración, al oírla,
¿quién murmurará?
Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
¿quién vendrá a llorar?
¿Quién en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo
quién se acordará?
“Rima LXI” de Gustavo Adolfo Bécquer, muestra varias características típicas del Romanticismo
Enfoque en el individuo y sus emociones
El poema se centra en los sentimientos y pensamientos íntimos del hablante lírico, que es una característica central del Romanticismo.
Pregunta retórica
Las preguntas retóricas que se hacen a lo largo del poema reflejan una introspección profunda, otra característica común en la poesía romántica.
Temas de muerte y trascendencia
El poema explora la muerte y la vida después de la muerte, temas comunes en la literatura romántica.
Melancolía y tristeza
El tono melancólico y triste del poema es típico del Romanticismo, que a menudo enfatiza emociones fuertes y a veces sombrías.
Naturaleza efímera de la vida
La reflexión sobre la fugacidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte es un tema recurrente en la poesía romántica.