Aunque ya es el segundo álbum en seis meses, Feu Follet, procedente de Nancy, Francia, todavía puede considerarse un nuevo proyecto. Sin embargo, ya es uno con una visión muy clara. "La forêt oubliée" (El bosque perdido) representa el corazón y el alma de su creador y único miembro de la banda: Alban Blaising. El fotógrafo de la naturaleza fusiona su amor por los animales, los bosques, los misteriosos géneros cinematográficos, la música wave y los géneros atmosféricos como el shoegaze y dream pop en un álbum extraordinariamente coherente que, al mismo tiempo, desafía los límites de los géneros mencionados. Está acompañado por un inquietante cómic de 20 páginas dibujado por el propio Blaising y cubre las 11 pistas. ¿La historia? Un niño descubre una misteriosa lápida mientras jugaba en un bosque antiguo, que eventualmente pone en marcha una serie de eventos extraños: los animales desaparecen en la nada, los cazadores ya no pueden matar, los excursionistas escuchan voces espectrales y ven luces espeluznantes. Atraído por la lápida, el niño sigue regresando hasta que desaparece de repente. En ningún lugar del bosque donde la gente busca desesperadamente tiene éxito, el niño hace un encuentro aterrador con una criatura esquelética que parece tomar posesión de él cada vez más.
Lo que hace que la historia de fondo sea tan importante y este álbum tan fascinante es lo bien que se combina todo. En nuestro interior proyecta una película llena de oscuridad, momentos de luz, drama, infancia, horror, inocencia, paranoia y belleza. La primera pista sirve como un reclamo, es la entrada al bosque y toda su fascinación. Cuando el niño entra en escena, casi puedes escuchar sus pasos en la hierba y sus risitas resonando desde los árboles. Cuando desaparece, la música se vuelve más sombría, a veces claustrofóbica: aquí el cómic lo muestra llorando bajo tierra sentado sobre una pila de calaveras. Cautivador, perturbador y fascinante.
