Leer poesía es como hacer ejercicio para el cerebro. Así como cuando juegas o corres te vuelves más fuerte y ágil, cuando lees poesía, tu mente se vuelve más lista y rápida para entender el mundo que te rodea. Y hoy te explicamos porqué:
Las palabras tienen poder
Cuando lees poesía, aprendes a ver las palabras de manera diferente. Un poema puede decir muchas cosas con pocas palabras, y eso te enseña a pensar de manera más profunda. Al entender bien lo que lees, te das cuenta de cuando alguien intenta convencerte de algo que no es cierto, o cuando no te están diciendo toda la verdad.
Por ejemplo, si alguien te dice que debes hacer algo porque “todos lo hacen”, tú puedes preguntarte: ¿Es eso realmente cierto? ¿Por qué debería hacerlo sólo porque otros lo hacen? La poesía te ayuda a cuestionar lo que escuchas, a buscar significados y a no aceptar todo sin pensar.
La poesía está llena de metáforas, comparaciones y símbolos que no siempre son fáciles de entender. Pero cuando lees más poemas, te acostumbras a descifrar lo que significan. Esto es como resolver acertijos. Al volverte bueno en esto, también te haces mejor en entender lo que otras personas te dicen o te quieren hacer creer.
Por ejemplo, si en un comercial de televisión te dicen que necesitas algo para ser feliz, sabrás que están exagerando. Al leer poesía, aprendes a mirar más allá de las palabras y a pensar por ti mismo.
Te hace más creativo
La poesía te invita a soñar, imaginar, y ver el mundo de diferentes maneras. Cuando tienes una mente creativa, puedes encontrar soluciones diferentes a los problemas, y no siempre sigues a los demás sólo porque te lo dicen. Ser creativo significa que puedes encontrar tu propio camino, y no depender siempre de lo que te dicen.
Imagina que te dicen que sólo hay una forma de resolver un problema en clase, pero como tú lees poesía, sabes que hay muchas maneras de ver las cosas, y puedes descubrir una solución que otros no pensaron.
Te ayuda a expresar tus emociones
A veces las personas pueden intentar hacerte sentir miedo o inseguro para que hagas lo que ellos quieren. La poesía te enseña a conocer y expresar tus propias emociones. Cuando entiendes lo que sientes y sabes cómo expresarlo, no es tan fácil que alguien te manipule usando tus emociones.
Por ejemplo, si estás triste o enojado, puedes escribir un poema o entender lo que sientes leyendo uno. De esa manera, cuando alguien quiera aprovecharse de tu tristeza o enojo para hacerte tomar una mala decisión, estarás más preparado para no dejarte llevar.
Te invito a que empieces a leer, poemas pequeños como los haikús, verás que con el tiempo aprenderás a leer textos más complejos.