Erik Sandoval
¿Es la poesía un arma cargada de futuro como lo decía Gabriel Celaya¹? No sé, habría que mirar detenidamente el presente teniendo en cuenta también el pasado mismo y entonces empezar a visualizar lo que la poesía podría representar en los albores venideros.
Cuando uno se sumerge en los abismos de las palabras envueltas en significados que van más allá de la palabra misma, es decir, de aquellas que se quedan cortas para expresar lo que uno tiene que decir, volver a la superficie resulta engañoso, porque nunca vuelve uno a encontrarse como antes de verse en el espejo de la imperiosa necesidad de hablarse para sí mismo y darse a entender, de manera expuesta, a los demás.
La poesía parte de la subjetividad y la sensibilidad de quien la escribe, y recae en eso mismo en quien la lee; quien la escribe busca, quien la lee encuentra y viceversa. Más allá de buscar la belleza en todo lo que nos rodea, la poesía busca la manera de que seamos capaces de explicar o de aceptar la realidad, de mostrar el contexto en el que nos encontramos, de enfrentarnos a ella y de ser capaces de vencerla; como escritor cuando lo logras, estás más cerca de que quien te lea también lo haga.
Comunicarnos, entendernos, crear empatía, sensibilizarnos, desarrollar el ser, estas son algunas cosas que ofrece la poesía y el arte en general, la capacidad de transmitir el amor, la esperanza, el deseo, los miedos, los odios, los temores, las emociones.
Considero que la función de la poesía es permitir al individuo encontrase en sí mismo, captar su entorno para la posteridad, encontrarle sentido al vaivén de una sociedad cambiante, formarse y transformarse; esto mismo puede transportarse a la comunidad en la que el individuo se desarrolla, la identidad, la empatía, la solidaridad, estos pueden ser los ejes principales que la poesía, al encontrase plenamente en la parte más pura del pensamiento, puede ayudar a desarrollar en un nivel colectivo. Lejos del lenguaje cotidiano, la poesía abre la posibilidad de dialogar en libertad, de mirarse a través de los ojos del otro, porque se convierte en un nuevo lenguaje donde se muestran tal y como son, como sienten y como viven.
Al recuperar la palabra y el diálogo, la poesía se convierte en un canal entre el pensamiento individual y la identidad colectiva, permitiendo, por ende, la posibilidad de afrontar las situaciones adversas que surgen dentro de una sociedad con la empatía necesaria, la identidad colectiva se crea en medida en que el individuo es capaz de encontrarse dentro de ella.
¹ Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta (1911-1991). Poeta español de la generación de la posguerra civil española.
