Todo aquél que se acerca al trabajo de Aura en el espejo sabe que la mayor parte de su música es instrumental, tal vez porque está concebida para hacer compañía a cualquier lectura, pero tratándose de la banda sonora de una obra de teatro como lo es Castillo de naipes permite a todo director, espectador o escucha a ser consiente de sus propias sensaciones durante el montaje, incluso guiar sus pensamientos en el caso no estar frente a la obra o en solamente la lectura del guión, cuyo argumento es:
Dos hermanos han sido confinados en una casa encantada, prefirieren no volver a salir debido a la desagradable experiencia de ser asediados por los espíritus de sus propios padres. No pueden dormir, mientras ella sabe que pasan la noche con el cadáver de su abuela, él teme porque su hermana desaparezca. Aunque ambos viven junto con almas en pena, la situación no es peor que el pasado que les trajo su desgracia.
Creo entonces que la música propuesta es una pieza que complementa a ese ritual mencionado y que a lo largo de toda la Trilogía del cuarto oscuro estará lista para formar parte de una experiencia auditiva que sea resonante con estas historias de terror fársico de Bersaín Lejarza.