Cuando un hombre se compromete a crear algo, establece un nuevo cielo, por así decirlo, y de él fluye hacia él la obra que desea crear. Porque tal es la inmensidad del hombre que es más grande que el cielo y la tierra.
Philipus Aureolus Paracelsus (1493 - 1541)
Nuestros sueños tienen estaturas que algunas veces no podemos dimensionar sino hasta que la experimentación que vas adquiriendo durante y posterior a la ejecución te hace añadir (y también muchas veces restar) más y más elementos para las obras teatrales. Nunca pensé que once años después ya tendría realizado estos soundtracks y es que ahora que ha concluido la musicalización de la Trilogía del cuarto oscuro, se abre la posibilidad de que cuando en algún determinado tiempo vuelva a montar en escena las obras, exista la posibilidad de integrar música que refuercen emociones para el público y eso me entusiasma, porque una de las razones más importantes por la que estamos vivos es para dar. Por eso he estado tan obsesionado estos últimos años con el proyecto Aura en el espejo, desde que comencé, me ha alejado de aspectos negativos de mi vida, aunque en otros casos sólo me ha hecho olvidarlos.
Lo sé porque he estado viviendo unos años en los que considero que tengo los oídos más abiertos que los ojos, lo que me permite con este cierre de dotar de una estructura más completa a estas obras que antes no contaban con una banda sonora y que ahora me he ocupado de que nunca más le falten como una nueva posibilidad.
Quisiera decir que estoy abierto a nuevas experiencias teatrales pero ha cambiado tanto la realidad tal como la conocía, que me he adaptado con cierta resistencia, diseñando esta música que dará a las obras un ambiente totalmente distinto al que originalmente logramos con la puesta en escena de La caja de cristal.