¿Cómo narrarían la caída de Alicia por la madriguera del conejo diversos escritores?
Edgar Allan Poe haría caer a Alicia por una madriguera que se tornaría en un abismo oscuro, lleno de criaturas extrañas y aterradoras. Su lenguaje descriptivo transmitiría una sensación de inquietud a medida que Alicia cayera más y más, podría sugerir que esta caída representa un viaje a la mente subconsciente, donde se enfrentará a sus miedos y deseos ocultos.
Para Jorge Luis Borges sería el inicio de un viaje a un mundo infinitamente complejo donde el uso de metáforas y alegorías servirían para explorar la naturaleza de la realidad y la percepción. Seguro usaría la idea del infinito y la eternidad, profundamente en un abismo sin fin pero rico en referencias literarias y filosóficas, para crear una sensación de desorientación y asombro.
Michael Ende nos contaría una caída emocionante y mágica donde las descripciones vívidas y creativas transmitirían una sensación de asombro y emoción sobre todo al encuentro con criaturas y paisajes extraños y fantásticos. Incorporaría elementos de cuentos de hadas, fantasía y mitología para crear una sensación de familiaridad aunque su descenso sea hacia lo desconocido.
Shakespeare usaría una combinación de lenguaje poético y dramático para transmitir la maravilla y la confusión del viaje de Alicia. Mediante soliloquios usaría metáforas e imágenes para describir las fantásticas criaturas y paisajes que encuentra revelándonos sus pensamientos y sentimientos a través de la idea de un sueño o una obra de teatro dentro de una obra de teatro para crear una sensación de irrealidad y desorientación.
Estos son los tipos de ejercicios que empleo, porque lo que tienen en común cada uno de ellos es que a pesar de que la historia original fue escrita por Lewis Carroll, diversos escritores podrían adoptar sin problema alguno el símbolo, y como es descrito en cada uno de los anteriores ejercicios, los símbolos en los cuentos infantiles son sumamente poderosos en el aspecto de que utilizando nuestra imaginación podemos interpretarlos, esa es la función de las artes: nos permiten tener una visión de lo invisible. Simplemente la caída de Alicia por la madriguera del conejo en "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll puede interpretarse como el viaje a la mente subconsciente, porque en el fondo no se encuentra con criaturas, paisajes extraños y fantásticos sino como representantes de varios aspectos de la psique humana, como los miedos y deseos ocultos. La propia madriguera del conejo puede verse como el paso de la mente consciente a la subconsciente. La historia también se puede interpretar como una metáfora del viaje de crecimiento, ya que Alicia cae por la madriguera del conejo y entra en un mundo extraño y desconocido, muy parecido a un niño que entra en la adolescencia, encontrando experiencias nuevas y confusas.
Así como Alicia se dio cuenta de lo irreversible que fue adentrarse al País de las Maravillas, sentí que igualmente me he vestido con la camisa de once varas porque apuntar al estudio de los símbolos literarios es una proeza de la que difícilmente podré olvidarme, ya que debo conquistar a una sociedad que se ha habituado a las pantallas día y noche los 365 días del año.
Lo que la gente requiere son estímulos innovadores, lo suficientemente familiares para asimilarlos, todavía muchos cuentos infantiles poseen dentro de la cultura popular una fuerza de identidad que puede relacionar nuestro día a día con los símbolos inscritos en sus historias. Por ejemplo cuando frente a Caperucita Roja, el Lobo se hace pasar por su abuelita, el niño se identifica con la angustia de que está a punto de ser devorada por un engaño, no porque los niños tengan la experiencia de que lobos vestidos con las ropas de sus propias abuelas les hayan hecho pasar un buen susto, sino porque el símbolo se manifiesta en temores del pasado o experiencias desagradables.
Nadie encuentra en el arte más allá de lo que posee en su propio intelecto, por lo mismo el reto de cualquier artista es que debemos pensar en cómo capturar la atención de los niños y los jóvenes, desde ahora intentar dilucidar qué es lo que van a querer escuchar cuando estén en la universidad es un reto, ya que actualmente los niños están formado sus gustos, por eso debemos asegurarnos de no dejar de pensar en ellos al momento de escribir, la creatividad siempre se parecerá a la comida: todo el mundo puede cocinar un poco, pero muy poca gente tiene un restaurante. No es posible publicar una gaceta que le guste a todo el mundo, a menos que sea la gaceta más aburrida del mundo, porque al final lo convencional tiene esa característica: perder su personalidad entre las masas.
En esta naciente publicación es un punto de no retorno, el simbolismo de la caída de Alicia por la madriguera del conejo me calza en este caso porque de mí depende conquistar a futuros lectores y hay mucha gente confiando en esta aventura, por lo mismo no debo fallar.
Bienvenidos a Aura en el espejo: gaceta de lectura.
