La relevancia de A sangre fría de Truman Capote radica en su innovador enfoque narrativo y en cómo redefine los límites entre el periodismo y la literatura. Publicada en 1966, esta obra está basada en el brutal asesinato de la familia Clutter en Kansas en 1959. Capote realizó una extensa investigación, entrevistando a los habitantes del pueblo y a los propios asesinos, Perry Smith y Richard Hickock, para obtener una visión completa de los acontecimientos y de la psicología detrás del crimen.
De la colección: Las 100 joyas del milenio. #92, se ha consolidado como una obra fundamental, no sólo en el género de la literatura de no ficción, sino también en el periodismo narrativo. Su enfoque ha influido en numerosos escritores y periodistas, inspirando un estilo que sigue vigente en el análisis de historias reales.