Con apenas un año de vida, la banda de Portland Kallai se perfila como una de las voces más urgentes y originales del alt/shoegaze contemporáneo. Su primer LP, We Are Forever, trasciende el mero debut para erigirse como un testimonio íntimo y colectivo, escrito en las semanas posteriores a las elecciones de EE. UU. y marcado por la mirada de Cate, vocalista y compositora, quien plasma su experiencia como mujer queer, racializada y con discapacidad.
El disco explora la atemporalidad de las vivencias marginadas, esa historia que rara vez aparece en los libros pero que late en cada herida de rechazo, abuso y resiliencia. Kallai convierte ese dolor en arte expansivo, encontrando en la comunidad un refugio de esperanza.
Aunque sus raíces son claramente shoegaze, We Are Forever es un caleidoscopio sonoro: guitarras de texturas infinitas conviven con atmósferas doom, ecos góticos, la crudeza grunge y arreglos inesperados de piano, cuerdas y capas electrónicas. El resultado es un álbum donde la densidad y la melancolía se equilibran con momentos de luz y catarsis.
Siguiendo la promesa de sus primeros lanzamientos —del sencillo Always/Never al EP homónimo—, Kallai confirma en este trabajo su capacidad de fusionar vulnerabilidad y fuerza, ofreciendo un disco que no solo emociona, sino que también resuena como declaración política y espiritual.
We Are Forever no es sólo un título: es un grito de permanencia, un recordatorio de que las voces históricamente silenciadas no desaparecerán.