Aldonso Hernández
Por qué cantas esa canción si ya estás muerto
Por qué vienes así
saltando tan extraño por las azoteas.
Cuéntame cómo caminas sobre un techo tan frágil,
por qué no caes,
si más allá de las nubes sólo está el suelo.
Qué bueno que viniste para hablarme en sueños
qué bueno que sonrías mientras yo me aguanto las ganas de llorarte,
qué bueno que vengas a consolarme en mi soledad que aún te piensa.
En mis palabras que repiten una y otra vez
en mi rostro que cada día se parece más a ti.
Tú sigue hablando y no pares.
Pero...
baja la voz,
no quiero despertar,
todavía tengo muchas cosas que contarte.