Se realizó la presentación del libro; “Tradición Cultural de Cal y Canto, Memoria Documental de Atotonilco” del autor Álvaro Rodríguez Doníz.
Entre emotivas palabras de agradecimiento el autor comparte datos de su obra y nombra lo siguiente:
- El primer nombre de Atotonilco fue Bateje, proviene del mazahua y significa el lugar de agua caliente. A la llegada de los nahuas se escucha la denominación y lo bautizan como Atotonilli, es lo mismo pero en su lengua. De esta manera no sólo demostraban su dominio sino que el territorio dejó de ser mazahua para pertenecerles.
- Atotonilco llegó a ser tan importante como una entidad federativa y colindaba con Ixmiquilpan, pero en el transcurso de las guerras fue perdiendo territorio hasta llegar a lo que hoy en día conocemos del municipio.
- Vito significa: Lugar del árbol de la goma, asiendo alusión a los árboles que habían en aquella época. Los españoles a su llegada y conquista decidieron dejar el nombre de Vito porque pensaron que se referían al santo patrón San Vito.
- El escritor también comentó acerca de las costumbres que tenían los antiguos atotonilquenses, de lo cual resalto lo siguiente:
- Se penaba a las personas por distintos motivos desde que no llevaban a los niños en edad escolar al colegio o el hecho de no llevarlos a vacunar; se tenía en sanción una multa de 25 centavos.
- Los adultos que veían a un infante en la calle en horario escolar tenían que reportarlo inmediatamente con el profesor, éste tomaba cartas en el asunto y se llegaba a la comisaria; ya con los padres de familia se averiguaba el porqué de su inasistencia a clases.
- También se dio la prohibición a los velorios de angelito, antes era muy arraigado, pero ahora sólo se conserva la tradición en el Caribe. Fue erradicada porque se consideraba antihigiénico.
El inconveniente era que la celebración se prolongaba y la corrupción del cadáver empezaba a acelerarse por eso se prohibió; se llegó a dar el caso de que los padres rentaban el cadáver y algunos comerciantes se aprovechan de eso para tener más ventas en el día.
El rito de los angelitos era importante para la localidad, cuando el menor estaba en su ataúd este tenía muchos cordoncitos alrededor, la persona que acudía a visitarlo hacía oración y le pedía al niño que llevara un mensaje a sus familiares muertos, cuando terminaba de hacer su solicitud, tomaba entre sus manos uno de los cordones y le hacía un nudo, esto representaba la plegaría que pedía.
Hoy en día la mayoría de los usos y costumbres en toda la república se han perdido por eso es importante tener un testimonio de nuestras tradiciones, para no dejar que nuestro patrimonio cultural se pierda, de ahí la importancia del trabajo de Álvaro Rodríguez, cabe resaltar que este libro es una obra apoyada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y esto nos habla de que es un trabajo serio y profesional. En horabuena para el autor y el estado de Hidalgo.
Publicado en el suplemento cultural # 12 de revista Propuesta # 188