Luisa Albarrán
A la ciudad le falta poesía.
Fui a una plaza encontré muchas rebajas.
Entré a una tienda,
me di cuenta que mi sueldo
no me alcanza para adquirir ni media prenda.
A la ciudad le falta textura
el sabor de letras
de calles que armonicen
y deshagan la rutina
de ocho o nueve horas de oficina.
Con incienso de letras
la tarde abre
el sacrificio está hecho
aunque no haya bebido vino
hierbe las almas
de los adioses.