Cuando el nihilismo te toma por sorpresa en tus salidas nocturnas de los viernes, lo asumes concientemente desvaneciendo tu individualidad: con la publicación de su doble EP "IIIIIIII / IIIIIIIII", Vlimmer tiene la mitad de su viaje a través de esta serie que apunta a dieciocho piezas y tras este viaje, inhalamos el olor a decadencia que rodean sombríos rascacielos y hordas de zombis enclaustrados en las fiestas, ofreciendo así una nueva paleta de ondas subterráneas sombrías y tenso Dreampop.
El "EP 8" comienza con el big bang de la amenazadora "Beutenacht" de ocho minutos que mesmeriza como el soundtrack de "American Gods" incluyendo un hipnótico drone que hierve la sangre en un río nervioso bajo la piel del oyente antes de "Schwerelosigkeit" estarás fuera de parálisis -es la toma más clara de Vlimmer en la música de la pista de baile. Le sigue la nostalgia de "Hirngespinst" y el apocalíptico blackgaze de "Betonozean" con sus guitarras de sierra y sus agudos gritos en el ojo de la tormenta. Hay tiempo para descansar un poco con el ritmo tranquilo "Körperkonstante".
Nunca antes el artista de Berlín incursionó en el IDM y EBM como lo hace en "EP 9". Equipado con ritmos fríos, sub-bajos y esqueletos esquemáticos, Vlimmer agrega nuevas facetas a su estructura atmosférica general. El EP termina con el lento "desmayo" y sampleos de un coro cosaco.
