2013-04-01

Semana Santa en Tepeji: los nuevos tiempos


Gabriel Pérez Torres.

Es en plena Semana Santa de 2013, donde esta tradición religiosa cumple sesenta y un años desde su refundación por obreros de la fábrica La Josefina, y más de trecientos años de su fundación en la época novohispana. Nos congratulamos del hecho porque revista Propuesta cumple a su vez diez años de vida periodística, mismos en que hemos dado cobertura a través de reportajes y entrevistas a este hecho religioso e histórico y a personajes relevantes de esta tradición de la Semana Mayor en nuestro municipio. Para este número ofrecemos una recapitulación histórica y la revelación de elementos novedosos que han hecho evolucionar en organización y presencia a esta tradición Tepejana.

¿Qué le da realce estatal y nacional a esta actividad religiosa en Tepeji del Río?


La Semana Santa en nuestro municipio adquiere fama a nivel nacional, situación que tiene que ver con la historia de la Hermandad del Santo Entierro y como dijimos, con su fundación y refundación que son la característica principal de estos días en la representación de la pasión y muerte de Jesucristo. Recordemos que esta actividad religiosa en el mundo, es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable, entre marzo y abril según el año. La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Oficialmente, la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina justo antes de la Misa de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al vivir durante cuarenta días en el desierto, previos a su misión pública. También simbolizan los cuarenta días que duró el diluvio, además de los cuarenta años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los cuatrocientos años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo de este tiempo, los fieles católicos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco domingos más el domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.

Por eso, en la misa católica no se canta el Gloria al final del acto penitencial, excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor, ni el Aleluya antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, que connota duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el rojo referido a la Pasión del Señor.¹

¿Quién organiza las actividades de Semana Santa en Tepeji?


En las localidades del municipio y en la zona urbana, la grey católica a través de sus sacerdotes, los grupos pastorales y los fieles, se suman para realizar cada etapa de los actos litúrgicos. En las comunidades depende de cada parroquia ubicada en el territorio municipal la organización y celebración de estos actos. Es en la zona urbana donde la celebración de la pasión y muerte de Jesucristo adquiere un realce especial por la cantidad de participantes y la historia que trae tras de sí esta representación. En Semana Santa los integrantes de la Parroquia de San Francisco con sus dieciséis grupos pastorales, Dolorosas, Movimiento Familiar Cristiano, Adoradores nocturnos, grupo de liturgia e integrantes de los coros son en quien recae el peso de las actividades.
Como ya hemos mencionado, elemento que da fama nacional a la Semana Mayor en Tepeji es que esta tradición fue fundada hace trecientos años en la época llamada Colonial o Novo-hispana y donde está presente la Hermandad del Santo entierro, es decir, data de cuando el dominio español estaba en su apogeo en las tierras descubiertas de nuestra América. Recordemos que Tepexi y Otlazpan eran pueblos Otomíes y Nahuas, donde los Frailes Franciscanos llagaron a evangelizar y unificar a estas poblaciones, por lo que el culto católico fue impuesto a los naturales.
Dentro de las herencias culturales llegadas de España está el fervor de Semana Santa. Al instalarse un convento Franciscano en Tepeji, los frailes enseñaron los actos litúrgicos a los pobladores, entre los más importantes fue sin duda, la procesión llevada a cabo por la hermandad del Santo Entierro de aquella época del Coloniaje Español.
Una Cofradía o hermandad es una asociación de fieles católicos, pública o privada, establecida conforme a los cánones del Título del Código de Derecho Canónico. Cuentan con toda una estructura, reglamentos y organización. Tradicionalmente se admiten tres tipos: Penitenciales, las que hacen pública penitencia en Semana Santa; Sacramentales, las que cultivan como objeto básico la devoción y adoración hacia el Santísimo Sacramento; de Gloria, que fomentan el culto a alguna advocación mariana o algún santo.
Desde aquel entonces la Hermandad del Santo Entierro que se estableció en Tepeji, se ha dedicado a la penitencia pública en Semana Santa. Lo que hace importante a esta cofradía tepejana son sus antiguas raíces novohispanas, pues la convierte en el principal elemento de todos los actos religiosos de estos días de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es decir: en la Hermandad o Cofradía de los fieles tepejanos giran fundamentalmente los actos de la Semana Santa.

La Semana Santa, tradición de Sevilla a Tepeji


Hurgando en la historia de la Hermandad del Santo Entierro encontramos en artículos sobre esta tradición de los pueblos católicos, que el culto al Santo Entierro y la fundación de la Cofradía tiene sus orígenes en Sevilla España. Según la documentación disponible, estaba ya fundada hacia 1570, en el convento de San Laureano de los Humeros, pero al cerrarse éste en 1810, las imágenes estuvieron en varios templos. Reside en San Gregorio de forma definitiva desde 1870, quedando ligada institucionalmente al Ayuntamiento de Sevilla. No salía anualmente, hasta que empezó a hacerlo con asiduidad el Sábado Santo de 1956.
Al llegar los conquistadores y Franciscanos a Tierras del Otlazpan y el antiguo Tepexic, el dominio español se acompañó con manifestaciones culturales y religiosas, de esta manera una tradición nacida en Sevilla España desde 1570 llega en la época Novohispana a Tepeji del Río en 1697 y que persiste desde hace 300 años en nuestro municipio.
El Ingeniero Octavio Jiménez Ramírez quien es escritor, historiador e integrante de la hermandad del Santo Entierro, impulsa desde hace dieciséis años las actividades culturales-religiosas de la parroquia de San Francisco. Nos comenta precisamente, y así lo escribió en un artículo publicado en Propuesta, que esta tradición católica en nuestro municipio es única en Hidalgo y de las pocas en el país, ya que en archivos encontrados por este historiador tepejano se documenta que La Hermandad del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor, fue fundada en 1967, donde da referencia que:

[…] en el año de 1697 se constituye por vez primera la Hermandad del Santo Entierro de Cristo Señor Nuestro, sus estatutos y obligaciones de la hermandad se concentraron en un libro de 1689, actualmente guardado en el archivo parroquial de Tepeji del Río. Estuvo a punto de desaparecer en el año 1995, año en que se reestructura para continuar la devoción al Santo Entierro. Dicha hermandad viste de hábitos similares a los de los monjes y cubren sus caras con capuchones. El color de estos hábitos es amarillo o blanco, color que significa el gozo por la resurrección de Cristo. Capa color púrpura que refiere la sangre que derramó Cristo por amor a los hombres. Un elemento distintivo de los cofrades es su medalla cofrade con el símbolo de la Hermandad, esta medalla se les otorga a los hermanos que han participado por lo menos tres años consecutivos en las actividades de la cofradía. Los pasos o andas con imágenes que saca la hermandad el viernes santo son: la Urna del Santo Entierro y el Santo Cristo de Caña, además de abrir la procesión con la Cruz del Pastor Universal.[…]²

Por lo antes mencionado es que los tepejanos debemos sentirnos orgullosos de ser únicos en la entidad y de los pocos en el país de conservar una tradición que data del tiempo en que finaliza la conquista y comienza la pacificación de los pueblos indígenas, en especial en esta región del Tepexic. Esta es la riqueza histórica y cultural que da fama nacional a nuestra celebración de Semana Santa, su tradición y antiquísimo origen, de Sevilla a Tepeji, y de ese tiempo a nuestros días.

La Refundación de la Hermandad, el Santo Entierro y la evolución de la Semana Santa


Al parecer la Cofradía del Santo Entierro habría desaparecido por varios años, pues los historiadores locales enmarcan como acontecimiento histórico, o como una segunda etapa en esta tradición su refundación en 1952. Han dado cuenta de que en este año un Ingeniero de origen Catalán de nombre José Terre I Tornamira, quien fue contratado por la antigua Fábrica textil La Josefina, a la par de su trabajo se dio a la tarea de convocar a los trabajadores de esta primer fábrica en nuestro municipio para organizar La Procesión de Semana Santa con la integración de los encapuchados de la Hermandad, siendo Presbítero el Sacerdote Felipe del Águila, todos estos personajes refundaron la Cofradía y reanudaron las actividades de la Semana Mayor. Como ahora sabemos la Semana Santa en Tepeji tiene como evento principal la veneración del Santo Entierro, imagen de la cual se nos da información en los libros de nuestros escritores: Monografía de Tepeji de José Antonio Zambrano y en el proyecto del libro Hasta que me muera. Historia de una Cofradía, de Octavio Jiménez, en ellos coinciden datos en el sentido de que:

[…] es un Cristo de gozne que actualmente se guarda en una urna de Cristal en la parroquia de San Francisco y que pertenece la época de la Colonia, donde según la leyenda en el año de 1678 de manera misteriosa apareció esta imagen, partida en dos cajas que era cargada por una mula y que los frailes de aquel tiempo recogieron y cuidaron para su adoración.[…]³

De esta manera la Imagen del Santo Entierro en la urna de cristal, la cual es exhibida en la noche del Viernes Santo, está elaborada en una anda de madera de pino estofada en oro y policromada con un peso de 200 kilogramos, es cargada por los encapuchados o cofrades, utilizando un paso especial, una especie de contoneo que igualmente tiene un significado religioso y es parte del libro de reglas de los cofrades.
A la par de la imagen principal que es el Santo Entierro, existe el Cristo de Caña, imagen cuya factura encontrada en los registros del archivo de la parroquia, data de entre los años de 1700.


Esta imagen que hace años salía en el recorrido del viernes santo representa a Cristo en la Cruz y está creada a partir de caña de maíz. Quizá algunos aún recuerdan que el Cristo de Caña era cargado por el ahora finado señor Florentino Altamirano Soria (q.p.d), trabajador de la fábrica La Josefina, quien desde los veintitrés años y a invitación del Ingeniero Terré se integró a la Hermandad. Dada su considerable estatura, 1.75 centímetros aproximadamente. En muchas ocasiones encabezó La Procesión del Silencio, siendo imponente su presencia que iba acompañada de los demás encapuchados y por los tambores de la banda de guerra. Al señor Florentino, se le conocía como don Lotario, y de manera amable en el 2003, cuando nuestra Revista tenía tres años de existencia, nos concedió una entrevista de sus anécdotas y vivencias del Tepeji de ayer y su tradición del Viernes santo. Ahí nos mencionó que en la primera Semana Santa de la refundación de la hermandad en 1952, salieron cuatro cuadros bíblicos y el grupo de cofrades, entre los que participaron fueron además de don Florentino, los señores Manuel Ramírez, El Cerillo; Alfonso Ortiz; Luis Gómez, Mata víboras; Manuel Ortiz, Manuel Ávila y Joaquín Trejo. Todos con una estatura de 1.70, lo que destacaba a ese grupo.
En el 2010 tuvimos una segunda entrevista, ahí dio cuenta de la restauración que se hizo del Cristo de Caña, la cual fue posible gracias a los donativos de varios ciudadanos. También se lamentó que en el 2008, siendo párroco el sacerdote Julio Lomelí, el Cristo se haya caído de su pedestal haciéndose pedazos. Desde el 2011 se nos informó que fue reconstruido, pero ya no es sacado la noche del Viernes Santo como tradicionalmente se hacía. Para esa fecha el señor Altamirano ya no participaba en las actividades, y es que reconoció que al ingresar una nueva generación de jóvenes cofrades encabezada por Octavio Jiménez, fortalecieron las reglas de la Hermandad. Ante las nuevas reglas don Lotario comentó que ya había pasado su época.
Después de la refundación en 1952, en los años 60, 70, 80 y 90 se tuvo estabilidad en la organización de esta tradición. A lo largo de cuarenta años se escribieron anécdotas, hechos y personajes que quedaron en la historia, donde seguramente abuelos y padres de la actual generación de tepejanos contribuyeron con su participación a un tramo de la identidad y valores que heredan a las familias del mañana.

La segunda refundación


A finales de los años 90, las actividades de Semana Santa sufrieron un decaimiento, a tal grado que en 1995 la hermandad estuvo a punto de desaparecer. Sin embargo, se integró una nueva generación de jóvenes encabezados por Octavio Jiménez, quienes comenzaron a fortalecer la hermandad del Santo Entierro. Entre su equipo se destacaron Edgar e Ivonne Curiel, Luis Manuel y su esposa Patricia Cano, Jaime Zamudio entre otros entusiastas tepejanos.
A la procesión de la Hermandad se sumaron nuevos elementos, como los son los cuadros bíblicos, que es una aportación de ciudadanos que se organizan para representar la pasión, crucifixión y resurrección de Jesucristo. Todo esto en plataformas de carros que desfilan por la avenida principal tras de los contingentes de la parroquia.
Aunque estos cuadros se han constituido en ya parte del Viernes Santo, han mantenido cierto distanciamiento de la parroquia, ya que se argumenta que faltan a ciertos rituales religiosos obligatorios que los párrocos y las reglas exigen estas actividades de Semana Santa. Sin embargo, su presencia ya es un complemento importante de estos actos de fervor en estos días santos. Actualmente la Presidenta de los cuadros bíblicos es Galdis Jaramillo quien lleva ya varios años organizando a los participantes, ya que la inversión en vestuario y adornos de cada carro corre a cargo de ellos mismos.

Los nuevos tiempos: mujeres cofrades


Impulsada por otra generación de fieles, la Semana Santa en Tepeji ha logrado fortalecerse en cada una de sus actividades, incluso desde el inicio de la cuaresma. Son ya sesenta y un años de esta tradición desde su refundación y trecientos desde su creación. Las calles y las comunidades de Tepeji logran un respiro en los agobios de las necesidades económicas y la violencia. Es época de unión familiar, ya que regresan a esta ciudad cientos de tepejanos que por diferentes circunstancias radican en otros estados o fuera del país. De hecho, la parroquia de San Francisco ha incursionando en la tecnología, pues con esta ocasión, serán tres años que se ha abierto un canal en internet para que cualquier tepejano o persona, en cualquier parte del mundo pueda vivir la Procesión del Silencio de este pequeño rincón de México. Como signo de esta evolución y de los nuevos tiempos, desde hace dos años se han integrado a la Hermandad mujeres cofrades, hecho que desde el inicio de esta tradición estaba reservada sólo para los varones. Hoy en día participan 150 hermanas que están identificadas en la estructura como Damas de la Hermandad del Santo Entierro, y son parte de seis secciones o comunidades: San Buena Ventura, San Mateo Buena Vista, Santa Ana Atacapotzaltongo, Cantera de Villagrán, San José Piedra Gorda, Quelites y la zona centro. Ellas visten hábito negro y su capirote o capucha del mismo color, aunque al igual que otros cofrades, después de tres años de participación podrán lograr otros niveles dentro de la hermandad. Cabe destacar que dentro de la organización el hermano mayor es el párroco, y en esta ocasión corresponde al Padre Noé Valdez Vázquez.

¹ Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Semana_Santa.
² Revista Propuesta número 1, marzo de 2003.
³ Revista Propuesta Número 37, marzo de 2005.

Artículo publicado en el suplemento número 14 de revista Propuesta número 191.



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