2013-04-30

Presagio


David Rubio Esquivel

El miércoles me llamaron del trabajo. Dijeron que necesitaban hablar conmigo, que era importante.
—¿Señor Montesinos?
—Sí, ese soy yo.
—Tenemos que informarle que, dados los recortes de presupuesto de la empresa, usted ya no puede trabajar aquí.
—Pero yo he servido más de veinticinco años en esta empresa, y me he desempeñado bastante bien, ¿ya vio mis cifras de venta?
—Lo sabemos, lo sabemos y le agradecemos, pero usted ya no puede permanecer más tiempo aquí.
—No estoy de acuerdo. Exijo una buena explicación.
—No estamos autorizados para darle una mayor explicación, así que, por favor, si fuera tan amable de desocupar su despacho desde el día de hoy, se lo agradeceríamos infinitamente.
—¡Usted no puede hacerme esto!
—Oh, claro que puedo, señor Montesinos. Es uno de mis cargos como jefe de la empresa. Estoy muy apenado de que así sean las cosas, pero así son.
Al salir del despacho del jefe, fui hasta el mío y ahí, me encerré por un buen rato, tratando de reprimir las lágrimas, mientras iba quitando todas y cada una de las cosas que llenaban mi lugar de trabajos: recuerditos de distintos sitios: una bailarina de plástico de Hawai; una fotografía de Disneyland en la que aún estaba con mi familia; chucherías pequeñitas que tenían nombres de distintos países y un péndulo de plata que mi ex-esposa me había dado como regalo de aniversario hace tres años, el mismo año en que se fue con mis hijos. Tenía una botella de coñac escondida en una gaveta que ocupaba en casos de emergencia, y un despido era una emergencia, y bastante grande. Vacié la botella de un sorbo y después, comencé a echar todas mis cosas en un par de cajas. Ahí estaba mi vida contenida: en un par de cajas de cartón. 
El compañero del despacho de enfrente salió tan pronto como me vio salir de mi despacho. 
—No sabes cuanto lo siento, Gerardo.
—No lo sientas. A ti también te pasará. Con toda probabilidad, a todas y cada una de las personas de la empresa les pasará.
—Los muchachos y yo queríamos hacerte una fiesta de despedida.
—No se molesten.
—No, si no es molestia, hombre.
—De verdad: no se molesten.
Y me fui cargando mis cajas, dejando a aquel tipo con las palabras en la boca. 
Toda la tarde me la pasé bebiendo en bares de los alrededores. Al caer la noche, estaba tan ebrio que ni siquiera sentí cuando me robaron las llaves del carro. Regresé a mi casa en autobús, con los ojos rojos y los párpados hinchados, y el olor a alcohol y a orines impregnándome de pies a cabeza.
Desperté el jueves por la mañana en el patio delantero de mi casa. Había gente rodeándome: corredores matutinos y paseantes de perros que salían a destensar sus músculos por la mañana. Uno de ellos se me acercó tanto que el olor a sudor que despedía me hizo vomitarle en la cara. Él entonces me soltó un puñetazo en la nariz y comencé a sangrar mientras él se limpiaba con una toallita la jeta llena de mi miseria. La gente que me rodeaba me miraba con un sentimiento entre el asco y la pena, algo poco común si se toma en cuenta que yo, antes del miércoles, era una persona respetada de la comunidad y ahora, en pocas horas, me había transformado en una escoria, algo que era tan complicado de ver como de aceptar.
Pasé toda la tarde del jueves poniéndome hielo en la nariz, viendo televisión y vomitando. Y, a pesar de todo, una risa extraña de pronto se apoderó de mí.
"Tal vez es locura", pensé y me entregué a la risa.
Ayer, viernes, me enteré que la empresa había quebrado. Lo que había sido un mal día para mí, ahora se había transformado en una epidemia infecciosa. Pronto, me enteré de que no era la única empresa que había quebrado: muchas más estaban quebrando. El mundo se venía abajo, pero yo era feliz. Y yo era feliz porque antes había conocido la tristeza. Ahora, cúmulos de gente yacían en los bares, cúmulos de gente vomitarían frente a sus casas y, si bien les iba, cúmulos de gente estarían al día siguiente dentro de sus casas, viendo el televisor, comiendo, cagando, vomitando y riéndose; y si mal les iba, la muerte siempre les esperaría con los brazos abiertos.

Material exclusivo del blog del suplemento cultural de revista Propuesta.

2013-04-27

en lo luengo de mis brazos

Guillermo Samperio


de pronto sentí el dicho aquel de que se me quitó el piso siguiendo en el suelo casi insostenible irreal o mostraba mi realidad interior de cómo funciona parte de mi cabeza o no funciona al desaparecer de mi acceso una medicina para el equilibrio de la testa y por tanto de mi cuerpo el orden del sueño y la vigilia y lo laborable o el entretenimiento y la presencia de dios de algún dios o de ninguno y sabía que negándolo lo afirmaba y cómo mi piel se convertía en nidos de escorpiones incandescentes distinguiendo que me iba a morir y no me moría y cómo algunos venimos a este mundo o crecemos con tales madrigueras malignas de las que algún día o una noche saldrán las delgadas patas lacerantes que sacrifican y se detienen en el perfil del precipicio cuando ya suponía desmayándome en la profundidad de la ausencia asimismo de la falta de aire fastuoso o higiénico aunque estuvieran entrando ráfagas por la ventana de la alcoba y del baño pero queriendo que no fuera demasiado porque el pecho ya me empezaba a roncar pero todavía percibiendo la falta de aire y la posible calamidad de mi sistema respiratorio colapso de pulmones ahogo entre las almohadas viendo mis libros los frascos de ya no sabía qué las cajetillas de cigarros las medicinas inútiles el reguero de ropa objetos impensables y después la casi imposibilidad de introducirme en la oscuridad en medio de la alta madrugada de la habitación pero la luz de los focos lastimándome una irradiación de un dios de cualquier dios el de casiopea aquel que eran muchos dioses de una organización deica en una ciudad de luz brotando del suelo y el aire que había soñado años atrás o zeus benigno y maligno y multiambiguo o un dios no pensado y poco importaba lo que yo hubiera leído escrito dibujado amado nacido vivido muerto y esa ebullición más caliente en lo luengo de mis brazos piernas y pensar que estaba en un segundo piso y que la caída no sería suficiente para apaciguar las desgracias de mi existencia o subir a la azotea del edificio y probar desde cinco pisos una explosión severa de mis vísceras y mi cráneo y no dejar un mínimo de aire para un suspiro ni de neuronas con el fin de no permitir el último pensamiento y así fueron pasando cuatro días entre el suplicio y dormitaciones absurdas incómodas detestables embrutecedoras de mi ya embrutecido cerebro de la calcinación de mi cuerpo hasta que ya noche de ese cuarto día llegó de pronto la belladona esa antigua esencia que hacía alucinar a los poetas malditos o catrines de negro y que a mí también poeta apenas me iba a traer a esa realidad ingenua en la que estoy o sea de la que me perdí desaparecí dentro de una temporada en el infierno


Mensaje del maestro Guillermo Samperio:
Amigas/os y compañeras/os de esta habitación inmensa de Facebook. Con agrado personal, les comento que mi libro de cuentos ”¿Te acuerdas, Julia?”, editorial "Alfaguara", está ya en librerías. Me fascinaría, con gratitud enorme, que se acercaran a ese libraco que me entretuvo y me dio dolor de cabeza y brazos no recuerdo cuántos años. Más que suyo. Me dicen guillóm y como tal les dejo un saludo cálido. Antes de esta segunda muestra, les agradecería que me ayudaran a postearlo, pidiendo que lo reenvíen y se multipliuen los re-envíos. Un saludo entrañable. Me dicen guillóm; para ustedes.

2013-04-26

El beso y el humo

Guillermo Samperio


Idea de Marcela Samperio, quien también porta la señal de la escritura


De adolescente veía tu cara detrás del vidrio del camión escolar que te llevaba y te traía. De pronto, un día doloroso, la ventanilla por la que viajabas mostraba otra cara y, con el tiempo, me auto consolé. Ya joven, al cambiarme de rumbo, te vi pasar en un camión como cualquiera de los demás y nos redescubrimos. Al día siguiente, a la misma hora, esperé a que pasaras por allí y, para mi sorpresa, no sólo ibas en casi el mismo lugar como antes, sino que agitaste un brazo y me saludaste; yo te mandé un beso que levantó el vuelo desde la palma de mi mano hasta tus labios. Al tercer día me aposté en el mismo sitio y a la misma hora; pasó el camión pero no pude ver nada de ti. Me quedé pensando un poco y supuse que ya habrías pasado o que vendrías en el siguiente camión; me dispuse a esperarte. No pasaron más de eternos diez minutos cuando te vi a mi lado. 
Estabas más hermosa que nunca, tan arreglada, tan con un maquillaje que enaltecía tu lindeza que, sin que dijéramos palabra alguna, nos acercamos con pasión y nuestros labios se unieron en el beso más importante e intenso que ha tenido tal vez la historia de los amores de la humanidad; y ese beso me habita aún en esta silla de ruedas, incluido tu aroma a duraznos recién abiertos. 
Cerramos los ojos y cuando nuestras bocas se fundieron, percibí una energía en extremo potente y, de pronto, vino la explosión. Abrí los ojos y observé la más hermosa nube que he mirado en mi vida, con formas muy sensuales y eróticas, y el aroma a duraznos se hizo muchísimo más intenso, 
tanto que cubrió la calle entera. Tus formas nubosas, humosas, eran eróticas y me envolvían y me rozaban con tal placer que me volví loco y tuve una eyaculación lumínica, aunque en ese momento de mi mayor placer entendí que te perdía para siempre y que en un instante del infinito supe que era ya esposo de la nube más bella de la Historia del Cielo.
Ahora, que estoy recluido en este asilo público y que me sacan en horario vespertino al gran patio, miro hacia el cielo, observo pasar a mis nietos, a mis hijos y, ya muy cansina, con un poco de menos brillo, a ti, mi amor, con esa tonalidad durazno, y tu aroma baja hasta este patio y yo digo que tu olor es lo que me mantiene en vida porque los médicos no se explican cómo mi corazón sigue latiendo después de la vida de alcoholismo y drogadicción que llevé hasta que empezaron a pasarme de hospital en hospital hasta llegar, por fin, a este patio desde donde te miro de nuevo de forma cotidiana. 
Haces latir mi corazón como aquella tarde, y ya que ustedes han pasado, me quedo dormido en mi silla de ruedas. Al menos yo sé que todavía no es hora de irme, mi amor eterno, mi vida, mientras vea tus formas espectaculares de humo durazno transitar sobre este cielo que me cubre.


Mensaje del maestro Guillermo Samperio:
Amigas/os y compañeras/os de esta habitación inmensa de Facebook. Con agrado personal, les comento que mi libro de cuentos ”¿Te acuerdas, Julia?”, editorial "Alfaguara", está ya en librerías. Me fascinaría, con gratitud enorme, que se acercaran a ese libraco que me entretuvo y me dio dolor de cabeza y brazos no recuerdo cuántos años. Más que suyo. Me dicen Guillóm y como tal les dejo un saludo cálido. Antes de esta segunda muestra, les agradecería que me ayudaran a postearlo, pidiendo que lo reenvíen y se multipliuen los re-envíos. Un saludo entrañable. Me dicen guillóm; para ustedes.

2013-04-25

La mano dentro del panal


Bersaín Lejarza Abelleyra

Le doy duro aunque sea de subida, duro que le doy al camino de regreso. Despierto un dolor de caballo porque monto al más veloz: Pegaso. Mis primos se echaron para atrás, saben que les ganaría, antes los he dejado con el polvo en los ojos. No saben que teniendo en los pies del corcel una botella de Frutsi, el galope se escucha clarito; habíamos acordado que el ganador se quedaría con las corcholatas. Llegué al atrio no había nadie. ¡Tramposos!, saben que a esta hora no me puedo tardar, tengo que llevar las tortillas a casa de mi abue.
Por ley las corcholatas son mías, las destaparon en la boda de mi hermana. Ahí estaban los dos, de mesa en mesa, juntando a los personajes de TV: el pato de traje de marino, el perro con sombrero verde que parece hueso. Siempre me sale la pinche princesa de zapatos de cristal, tengo tantas que podría hacer un tapete para quitarnos el lodo. Yo fui el menso porque cuando terminó la fiesta, mi papá y mi tío se trenzaron a madrazos. Yo andaba en las mismas por ver quién se quedaba con la colección. Como si no supiera que ahorita están en la casa del árbol que les hizo mi abuelo. No sé para qué quieren esas fichas si tienen esa casa. A mí nadie me construiría nada por la forma de ser de mi papá. Dicen que es ateo pero a él no le gusta el ate. No le gusta nada dulce por eso siempre anda de malas.
Me voy por la zanja, ese es mi camino rápido. Un perro loco sale ladrando, se pone en medio enseñando los dientes. No me puedo detener y giro hasta caer al agua. Por meter las manos se me dobla una muñeca, no me duele, sólo que al moverla parece fideo. Trato de subir a mi caballo pero sentí como si me hubiera picado una avispa. No puedo hacer nada, mas que subirme, sentarme en la orilla y pensar si me voy por las corcholatas, ir por las tortillas o esperar a que alguien me ayude a sacar a mi caballo. Pasa el tiempo pero no personas. Ojalá los teléfonos públicos pudiéramos traerlos como mochilas, así llamaría a mi abuela para mandar a alguien a ayudar. Corro con mis primos para que ellos saquen al potro y así hacer la carrera. Salen, les digo que vayamos al atrio. Dicen que no, ya van a comer. Les pido las corcholatas y escondo la mano. Sale mi tía y dice que las echaron a una bolsa, ahí mismo en el salón de fiestas, que no acostumbran a guardar basura en su casa. Me voy llorando, siento la mano como dentro de un panal. Regreso a la zanja, se han robado a Pegaso. Odio a mi madre por no haberme dado un hermano, un hermano que me ayude a pegarles a mis primos, a rescatar a mi montura, o ir por las tortillas que ahora esperan en la casa.

Material exclusivo del blog del suplemento de cultural de revista Propuesta.

2013-04-23

Los Pakita: Despertando de un utópico sueño

Mario Lémura


Sin duda alguna Los Pakita es una de las bandas más importantes y con una propuesta más fresca de la región, en lo que se refiere al rock. Su primer Ep Despertando de un utópico sueño hace notar muchas influencias de bandas clásicas de la música,  así como sonidos tendientes al post-rock.
El sonido  o calidad de grabación no es de lo mejor, pero eso pasa a segundo plano, ya que lo que más les importa, es reflejar la potencia y distorsión de la guitarra, letras bien pensadas e inteligentes, sin pretensión alguna. 
Despiertos: Un gran inicio fuerte y energético, donde la melodía es todo por guitarra y el sonido de un sintetizador oscilante, denota mucho a bandas como: El columpio asesino o Austin TV la voz muy particular, desgarrada y melódica.
El luto: Una canción amigable de entrada, pero poco a poco sube de intensidad, letras muy intensas que me recordó mucho a Café Tacvba pero más poder en su sangre, sin dudarlo de lo mejor del Ep, ¡buena letra!
Elektropakita: Mmm... No me gustó para nada esa experimentación con la electrónica... omitiría esa canción... suena a electrónica de cero propuesta. Sin más cometarios... ¡lo suyo es el rock!
28: Me gustó la progresión de la música, muy épica. Suena mucho a bandas como Mogwai o Explosions in the sky, sin duda corrigen el camino de la rola anterior. Me gusta, ¡me gusta!
Qué importa quién soy: Un sonido independiente, sin duda es la característica de Los Pakita, sin mucho trabajo de estudio remite mucho a la disquera independiente Happy-fi donde sus trabajos se caracterizan por un sonido sin masterización y lo que importa es el sentimiento, la intensión de existir y crear.
Sueño: Como había dicho, letras sin pretensiones, escriben de lo que les place sin querer ser las grandes estrellas, ni mucho menos. Melodías simples y potentes.
Utópica armonía: Esta canción aplica lo de: el virtuosismo no es necesario para que sea una buena canción. Son chavos que simplemente quieren expresar y tienen buenas referencias musicales, les auguro un buen camino, sigan trabajando así por el amor de ser y crear.

2013-04-05

Contenido Nº 014



Semana Santa en Tepeji: los nuevos tiempos | P.1
Gabriel Pérez Torres expone un artículo completo, que incluyó la totalidad del suplemento, por la celebración de diez años de cobertura a esta tradición de Tepeji del Río.

Como artículos exclusivos del blog:

La cobertura a la realización del mural que de la Corner Shop, del cual subiremos pronto un video.
Un mural para Atenea.

Y por último celebramos el cuarto aniversario del lanzamiento de los podcast Pájaros en el alambre, de Jessica Arreola.

Gracias por su visita a este blog.

2013-04-04

Cuarto aniversario del podcast Pájaros en el alambre


Bersaín Lejarza Abelleyra

Hace siete años sucedieron algunos eventos que difícilmente podría olvidar, hubo quien difundió en internet una caricatura de Mahoma, seguía desarrollándose el fenómeno de Harry Potter, llegaron las elecciones donde ganó Calderón y al parecer el mundo era un lugar donde todos moriríamos de aburrimiento.
Siempre he relacionado la creatividad de Jessica, según el tipo de trabajo al que se enfrenta. Hace siete años, su horario le permitía entrar en concursos literarios en una red social que forjó otras redes. Ahí es donde conoció a Hugo Izarra quien la invitó a su Albanta y Fábrica de letras. Empezamos a frecuentar un desvelo que ya no pasé en solitario, lo digo por las discusiones sobre qué final podría tener algún cuento o cuál sería el camino que podría tomar alguno de sus poemas. Cuando hablamos de discusiones, me refiero a aquellas donde teníamos que acostarnos a dormir sólo minutos, para al otro día irnos a trabajar.
Con el tiempo hubo cambios en nuestras rutinas, sobre todo cuando vinimos a vivir a Tepeji. Al parecer sus pájaros estaban concluidos, pero las condiciones históricas fueron propicias para que siguiera empollando su trabajo. Primero en dos proyectos radiales donde la invité a colaborar, a veces con su voz, otras con la voz de mis alumnos donde hacíamos la grabación cápsulas de lectura con su poesía (podcast que precisamente en estos días cumplen su cuarto aniversario). Como me es difícil quedarme quieto, me fui ocupando de proyectos teatrales, dejé de darle seguimiento al trabajo de Jessica Arreola. Di por hecho que seguiría escribiendo y así sucedió.
Fue en los talleres literarios de Tepeji donde me tocó redescubrir la soltura poética que se batía en las alas, en el aliento de las aves de versos, así fue como Jessica comenzó a publicar, primero en Extravío de Palabras posteriormente en medios como Convocatoria, Mayahuel y por supuesto fue madrina de este suplemento cultural.
Ya descritas las condiciones históricas de cómo surgió su primer poemario, hasta julio de 2012, quiero decirte que cuando leas Pájaros en el alambre, vas a enfrentarte a poesía que tiene personajes vivos, sin acertijos o conceptos confusos. La nostalgia por las décadas pasadas son un tema recurrente de los pájaros que le hablan a los hombres, nos evocan la soledad en las ciudades, el dolor de la segunda guerra mundial, con la misma pasión que sus cómplices de inspiraciones Ian Curtis y Douglas P, recreando la indefensión de aquellos que temieron el rugido del conflicto bélico, la separación de los amantes indecisos o aquellos personajes abyectos destinados a romperse e involucionar de forma irremediable. La segunda parte de este poemario es Los pájaros hablan a los animales, integran la magia de las voces africanas, voces que conviven desde su hábitat natural hasta hábitats artificiales, donde la añoranza a la libertad o el aturdimiento por el inminente dolor persisten.
Difícil me será volver a ser testigo de ese proceso, sin embargo, las jaulas del anonimato quedaron tiradas en el suelo, ahora sólo hay cielo. Dejo para que escuches uno de los poemas que no se incluyeron en su poemario, un podcast que es ya una rareza porque mucho de lo grabado a tomado otro vuelo.


Descarga aquí o en la imagen




Dirección: Bersain Lejarza
Guión: Jessica Arreola
Locución: Mónica Vera
Fondo musical: Twenty Two Fourteen - The Album Leaf

Visita su blog.


2013-04-02

Un mural para Atenea



Bersaín Lejarza Abelleyra

Desde Puerto Escondido, Oaxaca, el 19 de febrero de 2013 llegó a Tepeji del Río Edgar Álvarez, mejor conocido como Cron. Bajo la encomienda de Mario Lémura elaboró un mural para la tienda de ropa y artículos juveniles The corner shop.


Cron, quien se dedica a la decoración de interiores y exteriores, se ha especializado en la pintura mural haciendo uso de distintas técnicas como la aerografía, pintura acrílica y aplicación de aerosoles, experimentando así con una técnica mixta. Su labor la ha entregado al diseño, tatuajes y pintura. Muy aparte de los lienzos tradicionales, su gusto por estilizar objetos ha sido plasmado en cascos, motocicletas, automóviles, vaya, integra su trabajo a la materialidad del entorno que le rodea, generando a la sazón atmósferas que nacen de su inventiva. He ahí el por qué no sólo se ha dedicado a los murales.

El mural se concibió en un total de quince horas donde se seleccionaron las imágenes que conformarían: la composición, el trazo de bocetos y posteriormente trasladar el enjambre de ideas al muro; cuyo tema prácticamente se basó en los gustos de Atenea. Por su edad, quizá Atenea no sepa lo que representa este trabajo, no sólo se trata del amor de su padre, tampoco el que se le otorgue un espacio a un artista plástico, sino que se empiece a visualizar como un lienzo en blanco distintas localidades de Tepeji del Río.

Aunque por el momento está en construcción su página oficial, puedes consultar más sobre su trabajo vía Facebook por este hipervínculo.












Artículo exclusivo del blog del suplemento cultural de revista Propuesta.

2013-04-01

Semana Santa en Tepeji: los nuevos tiempos


Gabriel Pérez Torres.

Es en plena Semana Santa de 2013, donde esta tradición religiosa cumple sesenta y un años desde su refundación por obreros de la fábrica La Josefina, y más de trecientos años de su fundación en la época novohispana. Nos congratulamos del hecho porque revista Propuesta cumple a su vez diez años de vida periodística, mismos en que hemos dado cobertura a través de reportajes y entrevistas a este hecho religioso e histórico y a personajes relevantes de esta tradición de la Semana Mayor en nuestro municipio. Para este número ofrecemos una recapitulación histórica y la revelación de elementos novedosos que han hecho evolucionar en organización y presencia a esta tradición Tepejana.

¿Qué le da realce estatal y nacional a esta actividad religiosa en Tepeji del Río?


La Semana Santa en nuestro municipio adquiere fama a nivel nacional, situación que tiene que ver con la historia de la Hermandad del Santo Entierro y como dijimos, con su fundación y refundación que son la característica principal de estos días en la representación de la pasión y muerte de Jesucristo. Recordemos que esta actividad religiosa en el mundo, es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable, entre marzo y abril según el año. La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Oficialmente, la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina justo antes de la Misa de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al vivir durante cuarenta días en el desierto, previos a su misión pública. También simbolizan los cuarenta días que duró el diluvio, además de los cuarenta años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los cuatrocientos años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo de este tiempo, los fieles católicos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco domingos más el domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.

Por eso, en la misa católica no se canta el Gloria al final del acto penitencial, excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor, ni el Aleluya antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, que connota duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el rojo referido a la Pasión del Señor.¹

¿Quién organiza las actividades de Semana Santa en Tepeji?


En las localidades del municipio y en la zona urbana, la grey católica a través de sus sacerdotes, los grupos pastorales y los fieles, se suman para realizar cada etapa de los actos litúrgicos. En las comunidades depende de cada parroquia ubicada en el territorio municipal la organización y celebración de estos actos. Es en la zona urbana donde la celebración de la pasión y muerte de Jesucristo adquiere un realce especial por la cantidad de participantes y la historia que trae tras de sí esta representación. En Semana Santa los integrantes de la Parroquia de San Francisco con sus dieciséis grupos pastorales, Dolorosas, Movimiento Familiar Cristiano, Adoradores nocturnos, grupo de liturgia e integrantes de los coros son en quien recae el peso de las actividades.
Como ya hemos mencionado, elemento que da fama nacional a la Semana Mayor en Tepeji es que esta tradición fue fundada hace trecientos años en la época llamada Colonial o Novo-hispana y donde está presente la Hermandad del Santo entierro, es decir, data de cuando el dominio español estaba en su apogeo en las tierras descubiertas de nuestra América. Recordemos que Tepexi y Otlazpan eran pueblos Otomíes y Nahuas, donde los Frailes Franciscanos llagaron a evangelizar y unificar a estas poblaciones, por lo que el culto católico fue impuesto a los naturales.
Dentro de las herencias culturales llegadas de España está el fervor de Semana Santa. Al instalarse un convento Franciscano en Tepeji, los frailes enseñaron los actos litúrgicos a los pobladores, entre los más importantes fue sin duda, la procesión llevada a cabo por la hermandad del Santo Entierro de aquella época del Coloniaje Español.
Una Cofradía o hermandad es una asociación de fieles católicos, pública o privada, establecida conforme a los cánones del Título del Código de Derecho Canónico. Cuentan con toda una estructura, reglamentos y organización. Tradicionalmente se admiten tres tipos: Penitenciales, las que hacen pública penitencia en Semana Santa; Sacramentales, las que cultivan como objeto básico la devoción y adoración hacia el Santísimo Sacramento; de Gloria, que fomentan el culto a alguna advocación mariana o algún santo.
Desde aquel entonces la Hermandad del Santo Entierro que se estableció en Tepeji, se ha dedicado a la penitencia pública en Semana Santa. Lo que hace importante a esta cofradía tepejana son sus antiguas raíces novohispanas, pues la convierte en el principal elemento de todos los actos religiosos de estos días de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es decir: en la Hermandad o Cofradía de los fieles tepejanos giran fundamentalmente los actos de la Semana Santa.

La Semana Santa, tradición de Sevilla a Tepeji


Hurgando en la historia de la Hermandad del Santo Entierro encontramos en artículos sobre esta tradición de los pueblos católicos, que el culto al Santo Entierro y la fundación de la Cofradía tiene sus orígenes en Sevilla España. Según la documentación disponible, estaba ya fundada hacia 1570, en el convento de San Laureano de los Humeros, pero al cerrarse éste en 1810, las imágenes estuvieron en varios templos. Reside en San Gregorio de forma definitiva desde 1870, quedando ligada institucionalmente al Ayuntamiento de Sevilla. No salía anualmente, hasta que empezó a hacerlo con asiduidad el Sábado Santo de 1956.
Al llegar los conquistadores y Franciscanos a Tierras del Otlazpan y el antiguo Tepexic, el dominio español se acompañó con manifestaciones culturales y religiosas, de esta manera una tradición nacida en Sevilla España desde 1570 llega en la época Novohispana a Tepeji del Río en 1697 y que persiste desde hace 300 años en nuestro municipio.
El Ingeniero Octavio Jiménez Ramírez quien es escritor, historiador e integrante de la hermandad del Santo Entierro, impulsa desde hace dieciséis años las actividades culturales-religiosas de la parroquia de San Francisco. Nos comenta precisamente, y así lo escribió en un artículo publicado en Propuesta, que esta tradición católica en nuestro municipio es única en Hidalgo y de las pocas en el país, ya que en archivos encontrados por este historiador tepejano se documenta que La Hermandad del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor, fue fundada en 1967, donde da referencia que:

[…] en el año de 1697 se constituye por vez primera la Hermandad del Santo Entierro de Cristo Señor Nuestro, sus estatutos y obligaciones de la hermandad se concentraron en un libro de 1689, actualmente guardado en el archivo parroquial de Tepeji del Río. Estuvo a punto de desaparecer en el año 1995, año en que se reestructura para continuar la devoción al Santo Entierro. Dicha hermandad viste de hábitos similares a los de los monjes y cubren sus caras con capuchones. El color de estos hábitos es amarillo o blanco, color que significa el gozo por la resurrección de Cristo. Capa color púrpura que refiere la sangre que derramó Cristo por amor a los hombres. Un elemento distintivo de los cofrades es su medalla cofrade con el símbolo de la Hermandad, esta medalla se les otorga a los hermanos que han participado por lo menos tres años consecutivos en las actividades de la cofradía. Los pasos o andas con imágenes que saca la hermandad el viernes santo son: la Urna del Santo Entierro y el Santo Cristo de Caña, además de abrir la procesión con la Cruz del Pastor Universal.[…]²

Por lo antes mencionado es que los tepejanos debemos sentirnos orgullosos de ser únicos en la entidad y de los pocos en el país de conservar una tradición que data del tiempo en que finaliza la conquista y comienza la pacificación de los pueblos indígenas, en especial en esta región del Tepexic. Esta es la riqueza histórica y cultural que da fama nacional a nuestra celebración de Semana Santa, su tradición y antiquísimo origen, de Sevilla a Tepeji, y de ese tiempo a nuestros días.

La Refundación de la Hermandad, el Santo Entierro y la evolución de la Semana Santa


Al parecer la Cofradía del Santo Entierro habría desaparecido por varios años, pues los historiadores locales enmarcan como acontecimiento histórico, o como una segunda etapa en esta tradición su refundación en 1952. Han dado cuenta de que en este año un Ingeniero de origen Catalán de nombre José Terre I Tornamira, quien fue contratado por la antigua Fábrica textil La Josefina, a la par de su trabajo se dio a la tarea de convocar a los trabajadores de esta primer fábrica en nuestro municipio para organizar La Procesión de Semana Santa con la integración de los encapuchados de la Hermandad, siendo Presbítero el Sacerdote Felipe del Águila, todos estos personajes refundaron la Cofradía y reanudaron las actividades de la Semana Mayor. Como ahora sabemos la Semana Santa en Tepeji tiene como evento principal la veneración del Santo Entierro, imagen de la cual se nos da información en los libros de nuestros escritores: Monografía de Tepeji de José Antonio Zambrano y en el proyecto del libro Hasta que me muera. Historia de una Cofradía, de Octavio Jiménez, en ellos coinciden datos en el sentido de que:

[…] es un Cristo de gozne que actualmente se guarda en una urna de Cristal en la parroquia de San Francisco y que pertenece la época de la Colonia, donde según la leyenda en el año de 1678 de manera misteriosa apareció esta imagen, partida en dos cajas que era cargada por una mula y que los frailes de aquel tiempo recogieron y cuidaron para su adoración.[…]³

De esta manera la Imagen del Santo Entierro en la urna de cristal, la cual es exhibida en la noche del Viernes Santo, está elaborada en una anda de madera de pino estofada en oro y policromada con un peso de 200 kilogramos, es cargada por los encapuchados o cofrades, utilizando un paso especial, una especie de contoneo que igualmente tiene un significado religioso y es parte del libro de reglas de los cofrades.
A la par de la imagen principal que es el Santo Entierro, existe el Cristo de Caña, imagen cuya factura encontrada en los registros del archivo de la parroquia, data de entre los años de 1700.


Esta imagen que hace años salía en el recorrido del viernes santo representa a Cristo en la Cruz y está creada a partir de caña de maíz. Quizá algunos aún recuerdan que el Cristo de Caña era cargado por el ahora finado señor Florentino Altamirano Soria (q.p.d), trabajador de la fábrica La Josefina, quien desde los veintitrés años y a invitación del Ingeniero Terré se integró a la Hermandad. Dada su considerable estatura, 1.75 centímetros aproximadamente. En muchas ocasiones encabezó La Procesión del Silencio, siendo imponente su presencia que iba acompañada de los demás encapuchados y por los tambores de la banda de guerra. Al señor Florentino, se le conocía como don Lotario, y de manera amable en el 2003, cuando nuestra Revista tenía tres años de existencia, nos concedió una entrevista de sus anécdotas y vivencias del Tepeji de ayer y su tradición del Viernes santo. Ahí nos mencionó que en la primera Semana Santa de la refundación de la hermandad en 1952, salieron cuatro cuadros bíblicos y el grupo de cofrades, entre los que participaron fueron además de don Florentino, los señores Manuel Ramírez, El Cerillo; Alfonso Ortiz; Luis Gómez, Mata víboras; Manuel Ortiz, Manuel Ávila y Joaquín Trejo. Todos con una estatura de 1.70, lo que destacaba a ese grupo.
En el 2010 tuvimos una segunda entrevista, ahí dio cuenta de la restauración que se hizo del Cristo de Caña, la cual fue posible gracias a los donativos de varios ciudadanos. También se lamentó que en el 2008, siendo párroco el sacerdote Julio Lomelí, el Cristo se haya caído de su pedestal haciéndose pedazos. Desde el 2011 se nos informó que fue reconstruido, pero ya no es sacado la noche del Viernes Santo como tradicionalmente se hacía. Para esa fecha el señor Altamirano ya no participaba en las actividades, y es que reconoció que al ingresar una nueva generación de jóvenes cofrades encabezada por Octavio Jiménez, fortalecieron las reglas de la Hermandad. Ante las nuevas reglas don Lotario comentó que ya había pasado su época.
Después de la refundación en 1952, en los años 60, 70, 80 y 90 se tuvo estabilidad en la organización de esta tradición. A lo largo de cuarenta años se escribieron anécdotas, hechos y personajes que quedaron en la historia, donde seguramente abuelos y padres de la actual generación de tepejanos contribuyeron con su participación a un tramo de la identidad y valores que heredan a las familias del mañana.

La segunda refundación


A finales de los años 90, las actividades de Semana Santa sufrieron un decaimiento, a tal grado que en 1995 la hermandad estuvo a punto de desaparecer. Sin embargo, se integró una nueva generación de jóvenes encabezados por Octavio Jiménez, quienes comenzaron a fortalecer la hermandad del Santo Entierro. Entre su equipo se destacaron Edgar e Ivonne Curiel, Luis Manuel y su esposa Patricia Cano, Jaime Zamudio entre otros entusiastas tepejanos.
A la procesión de la Hermandad se sumaron nuevos elementos, como los son los cuadros bíblicos, que es una aportación de ciudadanos que se organizan para representar la pasión, crucifixión y resurrección de Jesucristo. Todo esto en plataformas de carros que desfilan por la avenida principal tras de los contingentes de la parroquia.
Aunque estos cuadros se han constituido en ya parte del Viernes Santo, han mantenido cierto distanciamiento de la parroquia, ya que se argumenta que faltan a ciertos rituales religiosos obligatorios que los párrocos y las reglas exigen estas actividades de Semana Santa. Sin embargo, su presencia ya es un complemento importante de estos actos de fervor en estos días santos. Actualmente la Presidenta de los cuadros bíblicos es Galdis Jaramillo quien lleva ya varios años organizando a los participantes, ya que la inversión en vestuario y adornos de cada carro corre a cargo de ellos mismos.

Los nuevos tiempos: mujeres cofrades


Impulsada por otra generación de fieles, la Semana Santa en Tepeji ha logrado fortalecerse en cada una de sus actividades, incluso desde el inicio de la cuaresma. Son ya sesenta y un años de esta tradición desde su refundación y trecientos desde su creación. Las calles y las comunidades de Tepeji logran un respiro en los agobios de las necesidades económicas y la violencia. Es época de unión familiar, ya que regresan a esta ciudad cientos de tepejanos que por diferentes circunstancias radican en otros estados o fuera del país. De hecho, la parroquia de San Francisco ha incursionando en la tecnología, pues con esta ocasión, serán tres años que se ha abierto un canal en internet para que cualquier tepejano o persona, en cualquier parte del mundo pueda vivir la Procesión del Silencio de este pequeño rincón de México. Como signo de esta evolución y de los nuevos tiempos, desde hace dos años se han integrado a la Hermandad mujeres cofrades, hecho que desde el inicio de esta tradición estaba reservada sólo para los varones. Hoy en día participan 150 hermanas que están identificadas en la estructura como Damas de la Hermandad del Santo Entierro, y son parte de seis secciones o comunidades: San Buena Ventura, San Mateo Buena Vista, Santa Ana Atacapotzaltongo, Cantera de Villagrán, San José Piedra Gorda, Quelites y la zona centro. Ellas visten hábito negro y su capirote o capucha del mismo color, aunque al igual que otros cofrades, después de tres años de participación podrán lograr otros niveles dentro de la hermandad. Cabe destacar que dentro de la organización el hermano mayor es el párroco, y en esta ocasión corresponde al Padre Noé Valdez Vázquez.

¹ Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Semana_Santa.
² Revista Propuesta número 1, marzo de 2003.
³ Revista Propuesta Número 37, marzo de 2005.

Artículo publicado en el suplemento número 14 de revista Propuesta número 191.



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