06/12/2019
Te parecerá raro escuchar que a los 23 años, alguien pueda decir “se me está pasando la vida”. Pero es así. Cuando no tomas decisiones, te vuelves caduco rápidamente, importa poco en qué momento de tu vida estés. Caduco para tus deseos, caduco para tu persona.
Fue un pequeño accidente. El plato resbaló de mis manos mientras lo lavaba y descubrí a medio proceso que ya estaba limpio, tan blanco y reluciente como la nieve de una montaña inexplorada. Todos los platos lo estaban. Me había perdido en pensamientos que ya ni siquiera recordaba, pero era evidente que había restregado los platos más de un par de veces.