Josué Ledesma
De cantina en cantina
sin ramo ni flor
el borracho camina
de cantina en cantina.
Busca nada
perdió la consciencia
sangre en la cabeza
una botella se rompió.
De cantina en cantina
el borracho camina,
una banqueta;
el suelo en la playa
un borracho en la playa
que buena noticia.
Borracho
pero en la playa
es un buen borracho.
Borracho
en las calles de la ciudad
es borracho con frío
y mucho mezcal
-sigue siendo
un buen borracho.
Borracho sin cigarros
no es borracho
borracho sin penas
no es borracho,
que camina
sin pluma y sin estrella.
Borracho sin amor
no es borracho
borracho sin humor
es del olvido
borracho con fronteras
es aburrido.
Borracho impertinente
es valiente
borracho sin tema
duerme, llora, calla
caga.
Borracho mal oliente
es un buen amigo
que ve el mundo
con ojos
que se esfuman
en un silbido.
Borracho que escribe,
demonios domina
calma llantos
acaricia el cinismo
crea Edénes
insulta engaños
exalta mujeres.
Borracho muere
el que es borracho
porque,
de qué otro modo
un borracho muere
sino borracho;
a mucha honra
besó la muerte
y le escupió una broma
un borracho sin suerte
no hizo poca cosa.
Los borrachos
dan cátedra de vida:
cuando esta apesta
date un tiro
de licor o cerveza.
Camina el borracho
de cantina en cantina
sin pluma, ni flor
sin ramo ni color.
Poeta originario del Estado de México, radica desde hace quince años en Pachuca (Hgo). Es licenciado en Psicología (énfasis en psicología social) por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Psicoterapeuta, docente y promotor de lectura.
Conoció de letras muy pequeño, cuando soñaba con comerse todos los libros colocados en una repisa. Fue en los pasillos universitarios que comenzó a publicar sus primeros acercamientos a la literatura en una revista local y más tarde en la revista “Los Bastardos de la Uva”.
Ha cursado talleres de poesía y creación transdisciplinar con Rocío Cerón, Abraham Chavelas y Rubén Gil. Colabora y se va de juerga con su amigo poeta Ángel Escorza. Es miembro del colectivo Malavida Editorial al lado de Elizabeth Rivera, Marina Urrutia, Alejandra Landa, Irving Espinoza y Jonathan Salas.
Se siente profundamente inspirado por la poesía visual, el performance, el cine, la instalación y la pintura.
Prepara su primer poemario, titulado provisionalmente como “El Cenicero”.