2018-09-13

Fonomímica

Juan Contreras

¿Se acuerdan de Justice? Uno de sus integrantes es famoso por hacer playback. Sus instrumentos permanecen desconectados en sus conciertos. Mientras él hace gran faramalla y da buen show, el otro integrante, quien sí toca, se ve más concentrado en lo que hace. La gente lo sabe, e igual lo disfruta y no les importa.

The Cure, grandes músicos todos, el principal, Smith, siempre en lo suyo, no necesita hacer grandes movimientos para ganarse al público, la gente va a verlos por la música, no por el show.

Depeche; mezcla de actuación y ejecución -se sabe que uno de sus tecladistas toca poco o nada, él mismo hace bromas al respecto-, no es relevante, la gente quiere verlos, conocerlos, estar en el mismo lugar con ellos, van a verlos por el espectáculo y por la música.

Portishead. Beth Gibbons está en contra del vestuario llamativo y de la pirotecnia, así como de tener que motivar a la gente bailando. Ellos ponen en primer lugar a la música, entre más músicos tocando, mejor.

Wümpscut, en alguna ocasión declaró que bajo la concepción electrónica del proyecto, los actos en vivo serían algo falso e imposible para darle gusto a él mismo.

Blutengel, suprimieron a los músicos y se presentaban únicamente los cantantes.

En cuanto a música electrónica, es de novatos pensar que no tiene validez porque no se puede ejecutar cada sonido en directo, también lo es suponer que es imposible controlar en vivo cada sonido de un track y en ese caso sólo se puede recurrir a una pista completa, y de igual forma, el creer que tiene el mismo mérito usar una grabación que tocar algo. La electrónica, es una forma distinta de hacer música. Y hay varias opciones de presentarla en un live act:

- Usar una sesión pregrabada que tenga segmentos muteados para tocar esas partes.
- Disparar cada sonido desde un pad.
- Programar en tiempo real.

Bueno, hasta se puede generar sonido interviniendo plantas y bacterias, entre muchas otras opciones. Nada de esto requiere de un gran equipo.

Se generan debates al respecto, porque hay una delgada línea entre tocar un poco encima de una grabación y no tocar nada sobre la misma, o sea, hacer como que tocas y dar show.

El costo de un boleto, desgraciadamente no cotiza el valor real de la música y generalmente asociamos más dinero a más esfuerzo físico, a más objetos tangibles y a mayor nivel intelectual y artístico, esto no siempre es algo real.

Por otra parte, no hay crítica ni oposición: trabajas varios días para invertir tu dinero en un boleto, para ver a unos tipos que deberían hacer en hora y media, lo que han ensayado, creado y depurado durante años, no para verlos hacer mímica de instrumentos.

Cuando la gente menosprecia eso, se menosprecia a sí misma, al dinero que representa el valor de su tiempo y de su explotación. Ese es el problema del fetichismo y de encajonar la mente pensando que cada quien gaste su dinero como quiera. Eso no educa y aletarga, demostrando que no sabemos exigir algo de autenticidad y riesgo en los artistas: el esfuerzo mínimo de setear y conectar sus instrumentos, probar el sonido y rifarse con lo que les toca hacer.

Defender este aspecto ético y moral es importante, pero parece inútil, ya me he rendido hace tiempo con esto. Ahora sólo creo que como músico debe ser aburridísimo tener desconectado tu instrumento en un... vaya, concierto. Sin mencionar la pérdida de la emoción y del nervio de saber que la puedes regar y en efecto regarla. Por lo cual, si a pesar de saber tocar o no, te sientes mejor siendo un animador, bailarín u actor detrás de un instrumento, supongo que está bien (La fonomímica se considera también un arte).

Muchos somos músicos de una sola mano, es decir, no virtuosos. Yo veo el asunto de las presentaciones, más por la parte de la diversión del músico que por la de su honestidad y/o de su maestría, porque este tipo de música tiene más posibilidades creativas que cualquier otro.

Cada artista puede hacer lo que quiera y enfocarse en lo que le sea más significativo y como se sienta más cómodo. Lo importante es que la decisión que tome, al final favorezca a su música y a sus objetivos.

Bound by Endogamy y Raw Ambassador unen fuerzas en 'Acid Avengers': ¡Una oda a la música electrónica y al espíritu punk!

¡P repárate para sumergirte en un torbellino de energía cruda y sonidos electrizantes con el lanzamiento del álbum "Acid Avengers"...