En el territorio liminal donde el techno industrial se vuelve un organismo vivo—hecho de ruidos, fricciones y pulsos casi biológicos—SHXCXCHCXSH reina con un lenguaje propio. El dúo sueco, maestro en fracturar la forma para revelar la esencia, regresa con QQQO, un single que amplifica el magnetismo oscuro que dejó vibrando el sobresaliente Avvik de SSTROM. Si aquel trabajo abría una grieta en la superficie del género, QQQO la convierte en un abismo fascinante.
Desde el primer segundo, QQQO demuestra que el dúo no está interesado en la complacencia. Es una pieza que cavita y presiona, un “heavy-mental-techno” que funciona como un túnel de inmersión: estrecho, abrumador y extrañamente meditativo. La atmósfera, construida con capas de ruido quirúrgicamente moduladas, se siente como una sala de máquinas sumergida a cientos de metros bajo tierra. Cada chasquido metálico y cada golpe percusivo tiene la precisión de un engranaje que gira con una intención casi ritual.
Pero la verdadera sorpresa del track reside en el contraste que estalla en su núcleo: una línea de bajo inusualmente flexible, casi juguetona, que serpentea entre la distorsión como si quisiera escapar del marco industrial que la contiene. Sobre ella, el dúo inserta una muestra vocal triturada hasta el límite de lo reconocible, un lamento mecánico que se retuerce con una energía frenética. El resultado es un monstruo de club: agresivo, bailable, impredecible. Un himno para quienes encuentran en el caos un tipo particular de claridad.