Séverine Grosjean
María Adela Díaz es una artista que ha crecido entre el video y el performance. Aborda los temas de la violencia y el género: Ser y vivir como mujer en una sociedad conservadora y patriarcal como la de Guatemala. A través de sus acciones corporales, expresa experiencias que desafían la visión masculina hacia la mujer. Con estas exploraciones estéticas, critica los estereotipos y esquemas culturales así como también propone una percepción radical e íntima del ser femenino.Su trabajo estético y poético cuestiona la analogía del cuerpo de la mujer con los animales, ya sean vivos o muertos. De hecho, en muchas de sus obras utiliza animales como recursos expresivos: peces, moscas, perros, etc. Una simbiosis mágica se expresa en muchas de sus obras abriendo puertas inesperadas y relevantes donde el hombre se hace el animal y viceversa. En "Alegoría de la Realidad" (2000), con voz política, Adela María "da a luz" a palomas pintadas de rojo en referencia al derramamiento de sangre. Un claro cuestionamiento del símbolo de la paz, en un país como Guatemala, dominado por la violencia. Al invadir el espacio público, ella expone las diferentes formas de comunicación en una sociedad silenciosa, enmudecida. María Adela reinterpreta los cuerpos de los seres humanos y los animales componiendo imágenes híbridas y objetos mixtos, que provienen de un universo fértil, íntimo y sobrenatural, como en "Ambrosia” de su serie “Carne”e“Imago".
Hace quince años, María Adela emigró a los Estados Unidos. Las notas claves de su práctica artística se nutrieron de nuevas experiencias, nuevos dramas que aportaron un giro lógico en su discurso hacia temas de violencia y migración. Su obra “Borderline” es prácticamente la documentación simbólica de esa etapa. Como artista y madre, las reglas del juego cambiaron y sus preocupaciones se enfocaron en perseguir su identidad. Ella compara el placer de la maternidad y el nacimiento, con la imagen de “mujer-casa”, analogía de su propio cuerpo como proyecto de arquitectura femenina. Realidades íntimas del embarazo y el parto se convierten en territorio visible para María Adela, que explora los traumas del cuerpo en sus obras "Mapa" o "Mi Gestalt" (2005). El cuerpo herido obviamente se refiere al sexo femenino, la famosa "grieta sangrienta", que habla tanto del placer como del dolor del parto y de la desnudez que nos desafía.
Desde la historia individual de la artista, se cuenta una experiencia colectiva que se explica en un “vivir-para-el-otro”.