Tom Johnson
Cuando Aydrea dice que su "objetivo es explorar cómo la música puede convertirse en un espacio para navegar y alimentar nuestro dolor, alegría, curiosidad y vulnerabilidad", ciertamente lo dice en serio. El último trabajo del dúo canadiense cumple todos estos requisitos, presentando un sonido atractivo que, a su manera meditativa, también se traduce como un espacio para nosotros, y como oyentes, debemos considerar tales cosas.
Lanzado a través de la lista de trabajos de Stack Yr Roster - y coeditado con el colectivo susy.technology - "Burning In Your Attic" es un nuevo lanzamiento de dos canciones, ninguno de las cuales tiene ese título. La duración de ambas canciones va un poco más allá de los cinco minutos, el nuevo lanzamiento es un encuentro experimentado y de gran peso, nos sumerge en un estado de ánimo denso ante el impacto inmediato de la canción principal "Vivid" la cual florece sutilmente a la vida. Al trazar paralelismos con el electro-pop arremolinado y cautivador de bandas como "Half Waif", "Hundred Waters" entre otros, los primeros pasos de la canción marcan la pauta de todo lo que sigue; diez minutos de un oscuro-pop maravillosamente detallado, exquisitamente vulnerable, todas las voces recortadas y ritmos tiernos, que cubren todo lo que hay cerca en una niebla cálida pero ineludible.
Puedes escuchar ambas canciones más abajo ahora mismo, a través de Bandcamp: esto es lo que Aydrea tiene que decir sobre el lanzamiento:
Este proyecto está alimentado por nuestra dedicación mutua al trabajo comunitario. Nuestro objetivo es explorar cómo la música puede convertirse en un espacio para navegar y nutrir nuestro dolor, alegría, curiosidad y vulnerabilidad. Como trabajadores comunitarios, ambos estamos comprometidos a explorar cómo el arte y la experimentación pueden facilitar el aprendizaje compartido, la curación y el crecimiento. El intercambio de habilidades es vital para nuestro trabajo, y nos esforzamos por democratizar la noción de creatividad frente a lo que a menudo es un paisaje clasista e inaccesible. El proceso de hacer música nos hace mejores maestros y aprendices. Nos ayuda a estar equipados para amar y escuchar mejor, y para mantener el espacio para que otros acepten su complejidad.