Noé Zavaleta
De niños alguna vez fuimos al circo, y algunos soñábamos con esa vida, el día de hoy puedo contar esta maravillosa experiencia…
Un viernes 13, un pequeño grupo de amantes del arte circense, vivieron la experiencia más extraordinaria de su vida, para mucha gente es algo sin importancia, pero para los que practicamos este arte, el pisar un escenario de esa magnitud, es algo muy importante.
El sueño de todo niño, estar algún día en una función de circo.
Las personas que están detrás de un circo son tan normales como tú y como yo, el trabajar en un circo es un trabajo como cualquiera, pero la magia que se crea entorno a una función es extraordinaria.
Pero vamos por partes, quiero compartir contigo este momento único, soy Noé Zavaleta, y soy responsable de un taller de Acrobacia Aérea en Tepeji Del Río, están conmigo un grupo considerable de alumnos, hemos tenido varias presentaciones en nuestra historia, pero ninguna como ésta, todo comenzó el sábado 7 de Abril , del 2018, acudí a ver la función de La carpa de las pesadillas, un show del Poderoso Circo Monarca, durante la función se presentó un acto de acrobacia aérea, el cual me encantó.
Cuando eres practicante de la disciplina y conoces un poco de los ejercicios, puedes notar el gran trabajo del artista, en cuanto pude me acerqué con unos de los payasos, y les pregunté si podía subir a sus telas, me dijeron que al final de la función les comentara, y así fue me esperé hasta el final de la función y les volví a preguntar si podía subir, Mamalón, uno de los payasos me dijo que lo iba a checar con los propietarios del circo, sólo que tendría que acudir al otro día.
El Domingo 8 asistí a la cita, llegue y pregunté por Christopher, era el payaso de la noche anterior, le platiqué un poco de el taller y entablamos una amena conversación, pusieron las telas y me dispuse a subir, la experiencia fue increíble, cuando me retiraba, surgió la invitación de participar por cinco minutos en la función del viernes, vienes 13.
El día lunes, en clase con algunos alumnos avanzados, les comenté la grandiosa oportunidad que teníamos para presentarnos, no lo dudamos ni un momento y comenzamos a trabajar en la presentación, en el paso de la semana, acudimos al circo para practicar en la carpa, la relación que surgió entre nosotros y los chicos del circo, fue mágica, nos hicieron sentir parte de su familia, como dato importante de toda esta historia, el Poderoso Circo Monarca, es un negocio familiar y por lo tanto estás entrando en un hogar literal.
Para los días siguientes previos a la presentación, hubo una unidad especial entre todos nosotros, la vida nos permitió conocer grandes personas, y ¿por qué no? Hasta una linda historia de amor, que eso no me corresponde platicar, el día esperado llegó y claro que la emoción y los nervios nos atraparon, pero la gran familia del circo, nos acogió y por un momento te sentías parte de su familia.
El momento de presentarnos llegó, cuando comenzó nuestra pista musical, y salimos bajo la luz del reflector, el sueño se hizo realidad, ver a los niños sentados viendo el espectáculo me hizo recordar cuando estaba sentado viéndolo, sólo que ahora estaba del otro lado, dejé de ser espectador y fui artista circense por cinco minutos, cinco maravillosos minutos en los que te das cuenta que hasta el sueño más extraordinario se puede hacer realidad. Claro, en la medida en que trabajes para lograrlo, esto es sólo mi manera de ver mi experiencia, habrá que escuchar la de los demás chicos. Nuevamente agradezco a la enorme familia del Poderoso Circo Monarca, a Sandy, Amairani, y Jonathan por compartir ese momento, y principalmente a Christopher que nos abrió las puertas para conocer a grandes chicos como Uriel, Yosel, Marcelo, Yoarick, y a toda su familia!
¡Todo en esta vida es posible! ¡Nunca dejes de soñar vive y disfruta el momento, saborea cada paso que das para llegar a tu meta! ¡Gracias por ser parte de esta historia ya que al leer esto revives el momento! ¡Feliz día del niño!
