
sofocada por la arena
de injusto atardecer.
Fértil espiral serpiente
aumenta con sus ritos los antieres
y corre el aire de las noches muertas.
Torrentes de alma enloquecida, bifurcada,
desangrada en poses contingentes:
sensaciones secas y rendidas.
Marcha hacia un alba marchita
la flaca certidumbre de mi alivio,
alimentado con las rancias querellas
de un albor impenetrable.
Publicado en el suplemento cultural número 6 de revista Propuesta