ME QUEDO CON EL BESO QUE ME DIO MI PADRE
Me quedo con el beso que me dio mi padre,
esa tarde, en el primer cumpleaños
de su quinta nieta, en la casa nueva
de mi hermano Juani, ese beso
espontáneo y profundo cargado de espera,
de desprendido sentimiento de amor
de sincero cariño paterno.
Esas muestras de amor son las que me quedan
las que nutren mis alforjas
en mi tránsito hacia un destino incierto.
Ocho días antes de morir.
TENGO MALHERIDO EL PECHO.
Tengo malherido el pecho
por el frío de tus manos
y la media sonrisa
con la que parecías reírte
de tu sucia muerte.
AÚN HOY NO ME LO PUEDO CREER
Aún hoy no me lo puedo creer
aunque te veo en las imágenes grabadas
en mi mente, yerto, ausente,
enfriándose tus manos lánguidas y moradas,
las mismas que intentaba calentar
y que se me iban rodando sobre tu cuerpo,
parecías dormido, parecías, parecías,
papá…
QUÉ SERÁ DE LA RICA
Qué será de la rica
y sustantiva esencia
de mi acaudalada memoria,
donde hallará cobijo
sus magníficos nutrientes
cuando la vasija
que los contiene
deje de vibrar y se reseque.
LOS AÑOS SÓLO SON NÚMEROS
Los años sólo son números
en el espacio cuadriculado de nuestras mentes,
cuadrículas que nos reprimen
al servicio de nuestras angustias
y de la fugacidad de nuestras vidas.
TODOS LOS SÁBADOS
Todos los sábados
cuando recojo a Julio
al subirse al coche
entre otras cosas
le pregunto.
Qué tal hijo en el colegio
y él siempre me contesta
escuetamente.
Muy bien,
eso sí con una sonrisa
que le ilumina la cara
y le digo.
Qué tal en el partido
ese que juega todos los Viernes
en el campo de abajo
contra sexto b.
Muy bien
jugué de delantero
y marqué un gol
y un cielo de destellos
se abrió en sus ojos.
ESPERAMOS
Esperamos lo que nuestro sentido común
no entiende ni acepta.
Rezo a Dios para que mi sentido común
sea un cubo de agua en el océano de la comprensión.
CERTEZA
A mi hijo se le murieron los abuelos,
a uno no lo conoció, al otro, casi por fotos,
ha asimilado que los abuelos se mueren
y da por bueno y lógico que moriré cuando sea abuelo,
en su conforme seguridad yo le pregunto, mirándole a los ojos.
¿Tendrás hijos? Por supuesto, me dijo íntimamente convencido.
… y seguimos en lo nuestro, en lo incierto.
Publicado en el suplemento cultural número 6 de revista Propuesta
