Raúl Estrada
Las palabras muertas
caen al enfermarse
del dolor con el
que son escritas.
No tienen sepultura,
están sobre el lugar
en que fallecen
y es blanco.
Desangrándose la tinta
esparcida en otras
letras de su cuerpo.
Prendas su significado
sin teñir
por no tener sentido.
Se parecen, rasgos la separan:
los puntos son lunares,
las comas como pelo,
los acentos la forma
de su cuerpo
y su tamaño los espacios.
En la fosa común
de los versos,
otras se creman
en bocetos y fallos.
Pocas se hayan
descansando en los
verdaderos mausoleos
de las obras maestras.
Una con otra
se acompañan
para ser leídas
conjuntas en el lugar
que perecieron.
Publicado en el número 4 del suplemento cultural de revista Propuesta.
Las palabras muertas
caen al enfermarse
del dolor con el
que son escritas.
No tienen sepultura,
están sobre el lugar
en que fallecen
y es blanco.
Desangrándose la tinta
esparcida en otras
letras de su cuerpo.
Prendas su significado
sin teñir
por no tener sentido.
Se parecen, rasgos la separan:
los puntos son lunares,
las comas como pelo,
los acentos la forma
de su cuerpo
y su tamaño los espacios.
En la fosa común
de los versos,
otras se creman
en bocetos y fallos.
Pocas se hayan
descansando en los
verdaderos mausoleos
de las obras maestras.
Una con otra
se acompañan
para ser leídas
conjuntas en el lugar
que perecieron.
Publicado en el número 4 del suplemento cultural de revista Propuesta.